De acuerdo con una ley promulgada en California en 1986 conocida como Proposition 65, toda actividad de abastecimiento de agua que pueda contener sustancias peligrosas para la salud debe acompañarse con una advertencia al público. Entre las sustancias previstas como tóxicas en dicha ley, figura la acrilamida, contenida en el café.
SUSTANCIA PRESENTE DE MANERA NATURAL EN VARIOS ALIMENTOS
Según información vaciada en la ley que data de 1986, la sustancia conocida como acrilamida está asociada con el desarrollo de cáncer.
La acrilamida es una sustancia presente de manera natural en diversos alimentos y, en el caso particular del café, es producida cuando los granos son tostados, proceso obligado para producir una taza de infusión de café.
El Concilio para la Educación e Investigación de Tóxicos presentó una demanda para exigir que todos los establecimientos que sirvan café en cualquiera de sus presentaciones adviertan a sus clientes de los riesgos potenciales de su consumo a través de la frase “El café es peligroso para la salud y provoca cáncer”, según lo previsto en la ley en torno a la acrilamida.
Mientras que cadenas como Gloria Jean’s Gourmet Coffees y 7-Eleven ya han actuado en consecuencia a lo exigido, otras como Starbucks, Peet’s y BP fueron demandadas por el Consejo de Educación e Investigación sobre Tóxicos por no notificar a sus clientes sobre los riesgos del consumo del café.
LUCHA JUDICIAL POR DEFENDER LA POPULAR BEBIDA
Desde que se publicó la actualización de la ley en el estado de California, otros establecimientos y organizaciones de productores de café se han sumergido en una lucha judicial por defender a la popular bebida, alegando que no causa cáncer.
Desde hace varios años un grupo de importantes organizaciones han financiado estudios para comprobar que dicho grano contiene altos niveles acrilamida y que su consumo regular podría incrementar la posibilidad de desarrollar cáncer.
La Propuesta 65 fue aprobada en noviembre de 1986 para proteger a los californianos de las sustancias catalogadas como cancerígenas y causantes de defectos de nacimiento u otros trastornos reproductivos, pero para mantenerse vigente el estado debe realizar al menos una actualización anual de las sustancias químicas que podrían provocar cáncer.
En una de sus actualizaciones recientes se descubrieron los efectos nocivos de la acrilamida, que no solo está presente durante el tueste del café, sino también en otros alimentos.